Política

Guillermo Ramírez (UDI): "Un país con un mercado pequeño no tiene mucho más que ofrecer que impuestos competitivos”

El diputado gremialista e integrante de la Comisión de Hacienda de la Cámara espera que el gobierno sea responsable fiscalmente, pero advierte que “la tentación de un gobierno de gastarse la plata de los gobiernos venideros siempre es muy fuerte”.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Miércoles 23 de marzo de 2022 a las 11:53 hrs.
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Desde que llegó al Congreso en el año 2018 integra la Comisión de Hacienda, pero en este periodo el diputado Guillermo Ramírez (UDI) es uno de los pocos experimentados en la materia, ya que la instancia se renovó casi por completo.

En esta entrevista con Diario Financiero le responde al presidente de la instancia, el socialista Jaime Naranjo, y a su excompañero de comisión el actual senador comunista Daniel Núñez. En lo único que coincide con el primero es que en el proceso de elaboración de la reforma tributaria hay que escuchar a todos los sectores.

-¿Cuál fue el acuerdo al que llegó la UDI con el gobierno para alinearse tras el proyecto del Mepco?
-Lo que propuso el gobierno fue inyectar US$ 750 millones adicionales al Mepco, cifra que nos parece correcta, que está sujeta a revisión en caso que siga el alza de las bencinas y el fondo se vaya agotando. Lo que nosotros e pedimos, adicionalmente a esto, es que busque un mecanismo para hacer frente al alza de la parafina y gas domiciliario, porque eso no está incorporado en la propuesta original. Y el ministro de Hacienda se comprometió a hacer una propuesta el mes de abril. En la medida que los proyectos sean buenos para el país, nosotros los vamos a apoyar y vamos estar siempre abiertos a conversar de buena fe, como la conversación que tuvimos el lunes en Hacienda y como a que vamos a tener, asumimos, en abril respecto a la parafina y el gas domiciliario.

-A propósito del debate que se ha generado a raíz del quinto retiro, se especula que el Ejecutivo está viendo en su sector una especie de aliado estratégico para frenar el proyecto si es que avanza, ¿es tan así?
-Eso tiene más que ver con un deseo que con la realidad. El gobierno no debe pensar que las bancadas de Chile Vamos van a frenar el quinto retiro. La verdad es que si más de la mitad de parlamentarios de Chile Vamos estuvieron dispuestos a aprobar los retiros en el gobierno de (Sebastián) Piñera, con mayor razón van a estar dispuestos a aprobarlos en este gobierno de Gabriel Boric. Por lo tanto, la suerte del quinto retiro va a depender exclusivamente de lo que voten los parlamentarios oficialistas; en otras palabras, de lo que el gobierno y la Secretaría General de la Presidencia puedan hacer para alinear a sus propias bancadas.

-¿Cómo calificaría la actuación del ministro de la Segpres en este escaso tiempo?
-Creo que es pronto para juzgarlo, pero ya ha cometido errores que nos parecen graves. Uno de ellos es haber puesto discusión inmediata al proyecto de ley de amnistía, sin tener los votos, sin haber conversado... ese tipo de actitudes nos generan la impresión de que a pesar de que en segunda vuelta, Gabriel Boric, trató de sacudirse de la izquierda extrema, hoy día estamos frente al Gabriel Boric de primera vuelta que sí está cooptado por estos grupos más radicales.

-Por lo que ha conversado con el ministro de Hacienda, ¿con qué impresión se queda?
-Tengo la impresión de que el ministro (Mario) Marcel quiere actuar con responsabilidad, quiere conversar y llegar a acuerdos, pero la pregunta es si el ministro (Giorgio) Jackson y el presidente Boric mantienen esta actitud radical que han mostrado hasta ahora, es evidente que va a haber un choque entre el ministro de Hacienda y el gobierno, que tendrán que resolver ellos.

-Uno de los principales compromisos del presidente Boric es la reforma tributaria, ¿cuánto hay de disposición en la UDI para avanzar en ello?
-Nosotros estamos abiertos a conversar un nuevo sistema tributario, que sea un gran acuerdo nacional, que nos permita recaudar lo necesario para los desafíos que tiene este y los futuros gobiernos y, al mismo tiempo, permita que se genere inversión necesaria para crecer. Pero tenemos la sensación de que el gobierno simplemente está obsesionado con recaudar más, con la misma estructura tributaria que tenemos.

-¿Cómo así?
-Eso significa, en la práctica, que no hay ninguna intención de seguir las sugerencias de la OCDE que apuntan a gastar mejor y tampoco muestra ningún interés en fomentar la inversión, que ya es baja. Por lo tanto, en mi opinión, con los puros anuncios, estamos frente a un gobierno que va a ser uno más de los clásicos gobiernos de izquierda más radical, un gobierno que echa a perder la economía, el empleo y el aumento de los salarios.

-Entonces, ¿qué es lo que no debiera haber en una reforma tributara para hacerla viable?
-No debiera hacer un alza en los impuestos, que desincentive la inversión en el país. Hoy Chile tiene un impuesto corporativo altísimo en comparación con países desarrollados. Y el gobierno tiene que entender que un país que tiene un mercado pequeño, que está en un barrio inestable políticamente y que está en la orilla del mundo no tiene mucho más que ofrecer que impuestos competitivos y ya hoy día estamos fuera de competencia; por lo tanto, es muy difícil atraer inversión que genere más producción, que genere más empleos y permita presionar los salarios al alza.

-El senador Daniel Núñez dijo que parece que los inversionistas extranjeros tienen más confianza en Chile que los locales, que están sacando sus inversiones de Chile, ¿comparte esa mirada?
-La mirada de Daniel Núñez es la de quien cree que cualquier cosa que se legisle en materia tributaria es inocua y eso es justamente lo que lleva al desastre económico de malas reformas tributarias en el mundo. Los políticos de izquierda tienen que entender que lo que uno legisla sí tiene efectos en el mundo real, más allá de la mera legislación, y si lo que ellos quieren –como han dicho- es paz social no sólo se requiere tener un Estado bien financiado, sino que se requiere generar las condiciones para que las personas puedan progresar en su propia vida. En los últimos años los salarios se han ido estancando y, por primera vez, las nuevas generaciones ganan menos que sus padres y eso genera una frustración que también es peligrosa para la paz social y eso la izquierda lo tiene que entender.

"En Chile se gasta mal"

-A propósito de paz social, el presidente de la Comisión Jaime Naranjo (PS) fue muy insistente en ese tema, el reconoce que la paz social tiene costos, pero advierte que las personas que tienen más deben estar dispuestas a pagarlos... ¿comparte esa premisa?
-El diputado Naranjo está omitiendo algo que es fundamental, él está asumiendo que el Estado gasta bien. Chile, de todos los países de la OCDE, es el que menos avanza en mejorar la desigualdad después de impuestos y eso es porque en Chile se gasta mal. Su comentario tendría sentido si Chile gastara bien; pero también omite un segundo dato y es que para generar paz social, loas personas tiene que aspirar con buenas naciones a tener una mejor vida que sus padres y que el país, al crecer, les va a dar mejores oportunidades de ingresos, lo que no ha estado ocurriendo en al menos los últimos 10 años y afectando a la generación sub 35 que es la que ha salido a protestar. Es decir, no sólo se requiere un Estado robusto que gaste mejor, sino se requiere generar las condiciones para que las personas razonablemente puedan esperar que trabajando les va air mejor en la vida.

-¿Se debería conversar con los grandes empresarios para elaborar la reforma tributaria? que según algunos serían los más afectados por esa reforma.
-Se tiene que conversar con todos, con los grandes empresarios, se tiene que trabajar con las pyme, se tiene que oír a los expertos tributaristas nacionales e internacionales, se tiene que incorporar a los trabajadores. En un debate nunca hace mal oír a más partes, lo que no puede ocurrir es lo que ocurrió en el gobierno de la presidenta Bachelet en que los analistas y los expertos económicos, de derecha y de izquierda, nacionales e internacionales, dijeron que esa reforma tributaria iba a estancar al país, destruir empleos y estancar además los salarios y eso fue exactamente lo que ocurrió y lo que el gobierno de Michelle Bachelet escogió ignorar.

-El gobierno se comprometió a mantener se en la línea de la responsabilidad fiscal, ¿cree que eso sea posible?
-Eso está por verse, pero lo único que puedo decir es que espero que cumplan con su palabra, pero la verdad es que en general los gobiernos de izquierda son muy buenos para gastar y muy malos para generar crecimiento económico y esa fórmula cualquier economista sabe a donde lleva, a momentos en que los países se ven muy estrangulados por la deuda en generaciones que tiene que pagar la fiesta de generaciones anteriores por la deuda o por los intereses y que finalmente lleva a procesos muy dolorosos de austeridad fiscal que perjudica especialmente a las familias más vulnerables. En otras palabras, espero que sea responsable fiscalmente, pero la tentación de un gobierno de gastarse la plata de los gobiernos venideros siempre es muy fuerte y uno nunca puede poner las manos al fuego de que no van a caer en esa tentación.

-¿Cuáles son sus expectativas del trabajo la de comisión?
-La Comisión de Hacienda siempre ha sido una comisión especial en la Cámara de Diputados, es una comisión donde hay fair play, donde el trato entre los parlamentarios es cuidadoso, en donde se legisla con seriedad. Eso se ha mantenido durante muchos años y la Comisión de Hacienda ha sido, en general, la comisión donde las bancadas envían a sus parlamentarios más experimentados; yo espero que ese ambiente se mantenga para que podamos tener una discusión sería sobre esos temas que fundamentales para el desarrollo económico de Chile, pero está por verse.

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